Hay muchos problemas que tenemos los seres humanos que nunca llegamos a pensar que también les puedan ocurrir a nuestras mascotas. Posiblemente, esto ocurra porque pensamos que las diferencias entre una persona y un animal son muchísimas. Pero no es así. Nos guste o no reconocerlo, los seres humanos también somos animales. Con otras características, sí, pero al final tenemos más semejanzas de las que pensamos. Por ejemplo, un problema que compartimos con los gatos es la caspa.
La caspa no es más que la piel muerta del cuero cabelludo. El problema viene cuando, por una gran presencia de ésta, estéticamente nuestro gato parece que está lleno de escamas que, en realidad, no son más que costra. Esto le provoca picores que, si no actuamos a tiempo, seguramente harán que se llene de arañazos porque no va a poder evitar rascarse. Para que esto no ocurra, aquí te vamos a dejar toda la información que necesitas saber sobre la caspa de los gatos. Si no sabes cómo actuar, siempre puedes pedirle consejo a tu veterinario para que te dé las pautas a seguir en estos casos.
Cómo y por qué aparece la caspa en los gatos
Como ya hemos dicho, nos damos cuenta de que nuestro gato tiene caspa cuando tiene el pelo lleno de algo similar a escamas. Es normal que las células del cuero cabelludo se vayan regenerando cuando otras mueren, pero cuando identificamos una presencia anómala de éstas es cuando podemos hablar de caspa en nuestro gato. También podemos identificarla porque, además de verla, provocará a nuestra mascota tales picores que se rascará más de lo que lo hace habitualmente. La caspa puede tener distintos orígenes, dependiendo del problema que esté padeciendo el gato:
- Obesidad. El tiempo que dedican los gatos a su aseo es considerable, pero se limpiarán a lametazos solo aquellas zonas a la que tengan fácil acceso. El problema viene cuando nuestro gato tiene sobrepeso y, por ejemplo, la zona de la base de la cola y la parte baja del lomo queda escondida. El pelo comienza a acumular caspa por la sequedad y la falta de higiene. Por ello, muchas veces para comprobar si nuestro gato tiene problemas de este tipo, habrá que mirar esta zona a ver si hay resto de escamas.
- Falta de omega 3. Debemos de tener cuidado con lo que come nuestro gato porque, de su alimentación, también depende que pueda tener caspa o no. El omega 3 es una grasa necesaria para que la piel de nuestra mascota se encuentre perfectamente hidratada. Por ello, es importante que prestemos atención a la dieta del gato y compremos aquellos alimentos que más beneficien a su salud, en este caso a la de su pelo.
- Alergia. Cuando un gato tiene una reacción alérgica, donde primero se ve es en la piel. Por lo tanto, si no tratamos las alergias correctamente, puede ser que acabe afectando al cuero cabelludo y produciendo, como consecuencia, caspa. Por lo tanto, si sabemos que nuestro gato tiene algún tipo de alergia, lo correcto sería que lo lleváramos controlado para que el pelo no sufra ningún tipo de problema.
- Estrés. Como ocurre con las personas, cuando se tiene estrés, el cuerpo reacciona, normalmente, de forma negativa. En el caso de los gatos no es muy distintos. La sensación de agobio que puede tener nuestra mascota por algún cambio es posible que afecte a la regeneración de sus células. Por lo tanto, tendrá una acumulación de células muertas que se traducirán en una mayor presencia de caspa en el pelo.
- Enfermedades. Los efectos secundarios de las enfermedades, sobre todo las cutáneas, pueden provocar un aumento de la caspa en el cuero cabelludo de los gatos. Hay enfermedades más comunes que otras con esta sintomatología. Por ello, deberemos tener cuidado cuando nuestra mascota tenga algún tipo de problema relacionado con la dermatitis o la tiña.
-Ácaros. Existen unos ácaros llamados cheiletiela que atacan directamente a la piel de los gatos, se alimentan de ésta. El problema es que son altamente contagiosos y deberemos ponerle remedio cuanto antes para que no nos afecte a nosotros. El veterinario nos podrá recomendar el champú adecuado, además de indicarnos que limpiemos todo aquello que haya estado en contacto con nuestra mascota.
Tratamiento y prevención de la caspa en gatos
El primer paso para acabar con la caspa de nuestro gato debe ser acudir al veterinario. Aunque pensemos que podemos acabar con el problema, por ejemplo, con un champú anti caspa para gatos, no sabemos la causa de ésta. Por lo tanto, el especialista nos indicará qué hacer y nos recomendará aquellos productos correctos para cuidar el cuero cabelludo de nuestra mascota. Habitualmente, el tratamiento suele consistir en aplicar la loción y el champú que se nos diga.
Para evitar que la caspa vuelva a hacer aparición, tendrás que seguir una serie de consejos. En primer lugar, cepilla con frecuencia el pelo de tu gato para que, de esta manera, se retire la piel muerta y no quede acumulada. Además, es recomendable hacer cambios en la dieta. Para evitar la falta de hidratación deberemos darle más agua, al igual que sería recomendable aumentar el consumo de productos ricos en omega 3. Por ejemplo, el atún. También, para que no tenga problemas de sobrepeso habrá que incitarle para que se mueva y olvide su vida sedentaria. Por último, es importante que sigas las recomendaciones sobre los productos más aptos, ya que vale cualquier tipo de champú anti caspa, lo mismo que pasa con las lociones.