Tener un perro significa tener un compañero fiel en nuestras vidas que nunca nos abandonará. Los primero años de vida de este amigo perruno son los más activos y los más divertidos, pero conforme estos van creciendo, poco a poco y como los humanos, los perros pueden ir contrayendo diferentes enfermedades, como es el caso de la artritis canina.
Esta es una enfermedad muy común entre los caninos adultos y consiste básicamente en la inflamación o el desgaste de una articulación. Al igual que en los seres humanos, los perros sufren el paso de los años y conforme pasan los años van apareciendo las goteras.
Aunque se trata de una enfermedad que no tiene cura, hay diferentes cuidados que podemos realizar para que nuestros fieles compañeros no sufran tanto y tengan la mayor calidad de vida posible. Para ello, aparte de unos cuidados específicos debemos darle la mejor alimentación posible.
Síntomas de la artritis canina
Si sospechas que tu perro puede estar sufriendo de artritis canina hay varios comportamientos y síntomas que puedes observar en él y que pueden desvelarte si realmente se trata de esta enfermedad.
El primero de los síntomas, y más común entre ellos es la cojera. Si observas que tu perro anda de forma o con dificultad mantente alerta, la artritis afecta a nuestro amigo canino dándole mucha rigidez a su cuerpo y por ello les cuesta mucho trabajo moverse.
La disminución de interés por jugar y pasea r, puede ser otro de los síntomas de la artritis canina, debido a que el dolor de sus articulaciones no les permite moverse mucho. En muchos casos, los dueños de los perros no suelen darse cuenta de que su mascota sufren artritis hasta que no tiene un nivel bastante avanzado, ya que al principio se trata de un leve dolor, pero poco a poco este va aumentando hasta convertirse en insoportable.
Esto le provoca al perro un cambio de actitud. Podemos notarlo en que se vuelve un poco apático, ya no quiere estar tanto tiempo con nosotros, se produce un alejamiento con los miembros de la casa. Incluso puede volverse en un ser apático.
Por último, si ves que tu perro pasa el día durmiendo, tumbado e, incluso, gimotea y llora sin sentido, deberías mantenerte alerta. Esto es un símbolo de que tu mascota no está bien y algo le pasa. Debido al dolor en sus articulaciones tu perro pasará casi todo el tiempo tumbado, durmiendo, para evitar movimiento.
Factores de riesgo en la artritis canina
Aunque la artritis es una enfermedad que puede afectar a cualquier perro, hay algunos factores que favorecen a la aparición de este tipo de enfermedad de las articulaciones.
La edad es la primera causa de aparición de la artritis. Cuanto mayor sea nuestro perro, mayor riesgo de contraer esta enfermedad tendrá. Como surge con el ser humano, los perros conforme van creciendo y convirtiéndose en ancianos van contrayendo mayores enfermedades.
Otro factor a tener en cuenta es el tamaño o talla de nuestro perro. Cuando mayor sea el tamaño de este, mayor es también el riesgo de sufrir artritis. Más del 45% de los perros que sufren dicha enfermedad son de tamaño grande o gigante, mientras que en torno al 25% de los perros medianos o pequeños contraen esta enfermedad a lo largo de su vida.
Por otro lado, el peso de tu perro también va a influir mucho en esta enfermedad. Los perros que tienen obesidad tienen más riesgo de sufrir artritis canina, ya que la obesidad, en este caso, provoca sobrecarga en las articulaciones y por ello una mayor dificultad en el movimiento del perro.
Aquellos perros que en su infancia y juventud han tenido mucha actividad, en especial durante su crecimiento, tienen un mayor riesg o para sufrir artritis. Sobre todo si esta actividad ha sido en un nivel intenso, el riesgo se multiplica.
Por último, la predisposición genética también está muy ligada a ello. Hay algunas razas que tienen una mayor tendencia que otras a sufrir artritis, como por ejemplo son los pastores alemanes.
Tratamiento para la artritis canina
Un perro que sufra artritis canina necesita unos cuidados y un tratamiento especial, debido a su enfermedad. Aparte de la medicación que el veterinario le mande a tomar, nosotros podemos facilitarle la vida a nuestros fieles amigos caninos aportándole una mejor calidad en sus días.
Mantener a nuestro perro en su peso ideal es básico para el tratamiento de aquellos que sufren artritis, ya que aquellos perros con sobrepeso tienen un rango de movimiento menos que el resto y esto dificulta sus días. Para ello, es necesario proporcionarle una alimentación adecuada, baja en grasas y ofrecerle una vida activa, en la que el perro no pase demasiadas horas sin hacer nada.
Ofrécele un logar de descanso cómodo, con una cama acolchada y en un lugar con unas condiciones ambientales secas y a una temperatura ambiente. Tener la cama de tu perro en una zona con frío y humedad solo puede empeorar la enfermedad, ya que la artritis se agrava cuando nuestro perro sufre estas condiciones.
Evita que tu perro realice ejercicios con impacto. Adaptar tu hogar a la enfermedad de tu amigo canino es esencial para que este sufra lo menos posible. Poner pequeñas ayudas a la hora de que tu perro suba al sillón o sofá, proporcionarle un lugar de descanso adaptado, salir a pasear diariamente a un ritmo moderado y por terrenos blandos, como por ejemplo tierra, evitará impacto en sus articulaciones y por tanto, notarás como tu perro va mejorando su calidad de vida poco a poco.
Demuéstrale tu amor. Al igual que los humanos, los perros cuando están enfermos se vuelven un poco ariscos. Por ello, demuéstrales que estás con él cuidándolo, apoyándolo, se paciente con ellos e incluso, dale pequeños masajes mientras le pones música relajante para evitar el estrés. Recuerda que un perro es un fiel amigo que jamás te abandonará, así que él también necesita sentirse querido.
La artritis canina es una enfermedad que no se cura pero tienes que tener en cuenta que, con los cuidados, los mimos y el tratamiento pertinente, la calidad de vida de tu perro puede mejorar enormemente.