Aunque pueda resultar extraño, la anorexia en gatos es una patología bastante frecuente, así como la obesidad. El tema de la alimentación de nuestras mascotas es fundamental porque de ella dependen no solo su bienestar físico, sino también el psicológico y por ello es imprescindible que prestemos especial atención a cualquier señal que nos indique que algo no va bien en nuestros animales de compañía. Si tu gato ha perdido el apetito, deja de comer repentinamente e incluso presenta anomalías físicas, puede ser que esté desarrollando anorexia. En ese caso debes acudir con tu mascota al veterinario lo antes posible para que verifique el problema y recomiende el tratamiento más adecuado.
Tipos de anorexia en gatos
La anorexia es un trastorno en la alimentación que conlleva la pérdida de peso porque previamente se da la inapetencia. Aunque la anorexia suele presentarse con este cuadro, en algunas situaciones, se produce por motivos no neuróticos, como por ejemplo, el dolor. Es el caso de la pseudoanorexia, es decir, cuando el gato quiere comer pero lo rechaza porque le produce molestias y consecuentemente asocia la comida a una sensación dolorosa. Pero también existe la anorexia psicológica, que se da como consecuencia de un trauma físico o psicológico en el animal al cual el acto de comer le provoca aversión. Estos traumas pueden ser ruidos, olores o agresiones.
En cualquiera de estos tres casos, la anorexia provocará el adelgazamiento de tu felino y el atrofiamiento de sus músculos con una consecuente debilidad. Esa ausencia de nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo de tu mascota se notará también en otros aspectos, como por ejemplo, en la mala calidad de su pelaje, las dificultades para respirar y sobre todo algunos problemas relacionados con los sistemas digestivo y excretor del animal, como pueden ser los vómitos o las diarreas.
Causas de la anorexia en gatos
Como dueños de un gato al que inevitablemente tenemos que alimentar, darnos cuenta de la disminución de su apetito no debería costarnos demasiado, especialmente si notamos que cada vez deja más comida en el comedero. Con la anorexia tu animal puede dejar de comer paulatinamente o incluso directamente parar de hacerlo, pero existen algunas causas que te deben alarmar:
- Si el gato ha sufrido o sufre enfermedades infecciosas o inflamaciones es probable que deriven en una pseudoanorexia. Por ejemplo, la ceguera, enfermedades dentales como la gingivitis, el crecimiento de bultos o abscesos en localidades relativas al sistema digestivo pueden provocar dolor y consecuentemente aversión a la comida. En muchas ocasiones la fiebre puede ser un indicativo de que algo va mal en tu mascota, no obstante, existen también enfermedades que afectan al sistema inmunológico como la anemia o el bajo nivel de hemoglobina en la sangre de tu mascota, o problemas respiratorios que perjudican su salud, como la bronquitis o la neumonía, que pueden causarle anorexia.
- Las enfermedades gastrointestinales que afecten tanto al estómago como a los intestinos, es decir, a los órganos encargados de la digestión, son factores clave en la anorexia de los felinos. Asimismo, los problemas renales y las dificultades en la excreción provocan en algunas ocasiones el malestar del animal y como consecuencia un rechazo a la alimentación. Además es importante señalar que los fallos en la glándula tiroides está detrás de ciertos casos de anorexia en gatos.
- La anorexia puede desarrollarse como efecto secundario de tratamientos o fármacos a los que haya estado sometido el felino, ya bien por la ingesta de medicinas que haya tomado durante alguna enfermedad o también como consecuencia de la quimioterapia en felinos con cáncer.
- La diabetes mellitus es una enfermedad en la que a pesar de que el gato come como lo hace normalmente, incluso su pienso con los nutrientes recomendados, un fallo intestinal hace que el animal no pueda procesarlos correctamente y como consecuencia los elimine de su cuerpo sin haberlos absorbido para su aprovechamiento. De tal manera, el felino no estará nutriéndose de forma correcta y la anorexia sea el resultado del problema.
- Uno de los factores más destacados como causantes de la anorexia en gatos es la alteración en la vida del animal, bien en sus hábitos alimenticios o por cambios en su día a día que pueden estresarle. Los cambios en la dieta no son demasiado recomendados en los felinos dado que prefieren una rutina fija, de tal modo que rechazan ciertos alimentos por su aroma, textura o tamaño. Pero el estrés también puede venir por cambios en el territorio al que tu mascota ya se había acostumbrado o por la convivencia con nuevas personas o animales.
A pesar de estas causas, existen otras situaciones de riesgo de sufrir esta enfermedad, especialmente cuando el animal ya haya padecido con anterioridad la anorexia, aunque también puede estar expuesto con el padecimiento de enfermedades infecciosas o inflamaciones de cualquier tipo. Asimismo, si tu gato ha sido sometido a alguna cirugía, el malestar y los cuidados postoperatorios pueden provocarle una pérdida del apetito que desencadene un cuadro de anorexia. Por estos motivos, siempre será fundamental que estés pendiente de la comida que deja tu mascota en el comedero y que vigiles cualquier comportamiento no normal con respecto a su alimentación.
Tratamiento para la anorexia en gatos
Si sospechas que tu gato puede estar sufriendo anorexia, debes llevarse sin demora al veterinario para que pueda proporcionarle el tratamiento adecuado. No obstante, tu mascota estará falta de nutrientes y muy baja de masa muscular así que principalmente necesitará comer proteínas para fortalecer sus músculos. Asimismo, será imprescindible mantener una buena hidratación de tu felino en cualquiera de los casos. Lo que aconsejan los especialistas es la ingesta de alimentos ricos en proteínas y por ello suelen recomendar los patés, aunque lo importante es que se provea al gato de alimentos energéticos que alcancen el mínimo nivel de proteínas diarias necesarias para el funcionamiento de su organismo.
Si el cambio en la alimentación no funciona y el animal no come por sí solo o no lo hace en grandes cantidades, el veterinario puede recomendar estimulantes del apetito mediante algunos fármacos. En otras ocasiones también se realiza la alimentación con jeringa, pero no es lo más viable en animales con anorexia total dado que pueden coger más aversión a la comida. Pero si la situación no mejora con estas opciones, se pasará a dosificación de alimentos vía oral o mediante sondas. Se trata de la alimentación asistida mediante una sonda colocada o bien desde la nariz al estómago o mediante una perforación desde el esófago al estómago. De esta manera la alimentación del gato será gradual y controlada.