American curl: conoce todo sobre esta raza de felino

Tener una mascota implica mucho más que tener a un animal que haga compañía. Los animales domésticos por excelencia son son los perros y los gatos y, aunque ambos tienen pros y contras a la hora de acogerlos como mascotas. Todos ellos tienen una serie de atenciones y necesidades que han de ser cubiertas. En el caso de los gatos, existen muchas razas diferentes con variadas personalidades a las cuales es importante prestar atención si uno pretende tener un felino como mascota.

Los american curl se caracterizan por sus peculiares orejas

Factores como la presencia de niños, si es la primera mascota que se tiene, el clima o la presencia de otros animales en la vivienda son aspectos que uno ha de tener en cuenta para adoptar a un felino. Por ejemplo, una de las razas felinas que más se recomiendan a aquellos hogares que nunca han tenido un animal de compañía y en el que además hay niños pequeños o personas mayores, es la del American Curl. Siendo este gato un precioso ejemplar con un carácter amigable y un sentido de la higiene muy desarrollado, tenerlo como mascota supone todo un gusto para los dueños. Si quieres saber más sobre él porque tienes pensado adoptar un ejemplar como mascota, a continuación, encontrarás todas sus características físicas, cuidados, personalidad y demás datos de interés.

Origen del American Curl

Esta raza de felino se trata de una raza prácticamente nueva, pues se reconoció como tal hace pocos años, concretamente en 1991. Su origen se remonta al continente americano, cuando una pareja de criadores, natural de California en Estados Unidos, decidió cruzar un gato callejero con otras razas, entre las que se encontraba el Maine Coon. El rasgo más distintivo de la raza American Curl son sus orejitas, que presentan una simpática y característica curvatura hacia atrás.

Este gato fue descubierto en 1991 y admitido en 2002 por la FIFE

Después de que la CFA, la asociación americana con el registro de gatos más antiguo del mundo, reconociera en 1991 a esta raza, fue en 2002 cuando la FIFE, la Federación Internacional Felina, hizo también su admisión. Desde que aquella pareja de criadores californianos hiciera posible el nacimiento de esta raza, muchas personas de todo el mundo han acogido a este felino como animal de compañía.

Características físicas

El tamaño de esta raza de gatos es, dentro de los estándares felinos, entre mediano y grande. Su cuerpo es alargado, delgado y ágil, a pesar de que posee una apariencia y estructura corporal robusta. Su peso varía entre los machos y las hembras, llegando a alcanzar los 4 o 5 Kg en los primeros y los 3 o los 4 Kg en las últimas. Su cabeza es de un tamaño mediano, bastante proporcionado a su cuerpo, y posee una cola muy larga que tiende a estrecharse en el final de la misma.

Los ojos del American Curl son redondos y de un tamaño mediano. En cuanto a su color, estos pueden ser de color amarillo o verde aunque existe una variedad dentro de esta raza donde el color de ojos es de un tono azul grisáceo precioso. Lo que verdaderamente caracteriza al American Curl sobre otras razas son las orejas que coronan su cabeza, pues se van curvando hacia atrás a medida que pasan los meses. Al nacer, estos gatos tienen las orejas completamente rectas pero no es hasta los cuatro meses cuando no se pliegan por completo.

El pelaje de los maerican curl puede ser corto o largo

Su pelaje puede ser corto o largo, de hecho, existen dos variedades : uno es el American Curl de pelo corto, con un manto de pelo bastante suave y espeso, y el American Curl de pelo corto, que cuenta con bastante poco subpelo pero que conserva las mismas características que el de pelo largo. En cuanto a sus colores, es común encontrar al American Curl en color negro, chocolate, gris plata, bronce, color crema, etc.

Carácter y personalidad

De esta raza de felinos, todo lo que se escucha sobre ellos son buenas palabras. Por lo general, el American Curl se recomienda a todos aquellos que nunca antes han tenido una mascota porque su carácter amigable, dulce y juguetón hace que sea el animal de compañía perfecto. Los de esta raza, son gatos muy astutos e inteligentes que aprenden a ser independientes y a adaptarse a cualquier entorno en el que sus dueños decidan criarlo. Tienen una inteligencia muy viva y despierta, por lo que no es difícil tratar con ellos o intentarles enseñar cosas.

Esta raza de gatos no suele maullar mucho, por lo que no resultan molestos. Además, el hecho de que se comuniquen poco a través del maullido hace posible que así identifiques con mayor facilidad si algún día tienen alguna molestia o necesidad urgente.

Esta raza de gato es muy sociable y juguetona, por lo que adora la compañía

Aunque que sean tan astutos no es ningún problema, sí puede ser que te encuentres con pillerías hechos por ellos mismos, pero esto realmente no debe suponer conflicto grave ninguno. El American Curl es un gato muy curioso y sociable que estará encantado de hacerte compañía, sobre todo si tienes en tu hogar a personas que quieran estar con él bastante a menudo, como niños o personas ancianas. No tendrás problema si eres tú solo el que quiere tenerlo como mascota, siempre que pases algo de tiempo diario con él, como si tienes una familia numerosa. También, es importante saber que se adaptan muy bien a la presencia de otros animales porque, de normal, no son conflictivos y tampoco presentan actitudes problemáticas puesto que no tienen un instinto territorial fuerte ni nada que se le pueda parecer.

Cuidados y necesidades especiales

La raza American Curl es una raza que no suele presentar problemas graves de salud ni desarrollar anomalías así que, por lo general, no necesita cuidados extremadamente especiales. Lo que sí, y sobre todo en la variedad de American curl de pelo largo, necesitan que se le cepille el pelo con bastante frecuencia para evitar enredos. También, resulta importante ir controlando sus pequeñas orejas puesto que, por la forma que tienen, tienden a acumular bastante suciedad. Por lo demás, un cuidado que vaya más allá del cepillado y de mantenerlo en un estado de higiene para que siga luciendo lustroso y aseado, no es necesario.