El calor del verano se convierte en algo insoportable no solo para las personas, sino también para los animales. El sol consigue que las aceras y sobre todo el asfalto alcancen unas temperaturas desmedidas que pueden ser peligrosas para las mascotas. Los perros 'urbanitas' son los que más lo sufren, y es que sus almohadillas de las plantas de sus patas pueden abrasarse, quemarse y sufrir llagas.
Para evitar daños mayores, sigue estos consejos que te ayudarán a impedir las quemaduras en las almohadillas del perro durante sus paseos por la ciudad: alternar el recorrido con zonas ajardinadas, mojar sus patas, utilizar botines, aplicar cremas protectoras y curar las heridas caninas cuando aparecen.
1. Pasear por zonas ajardinadas
Uno de los primeros consejos es evitar las zonas que desprenden más calor. Es recomendable planificar el recorrido antes de salir. Para ello, conviene elegir calles que no estén todo el día expuestas al sol. Además, se puede ir por zonas ajardinadas o con césped, con el fin de proteger sus almohadillas de rajas, de las llagas y rojeces que no solo aparecen ahí, sino también en las patas.
2. Botines para perros
A veces si no hay posibilidad de ir a una zona que tenga césped, lo preferible es proteger la zona con botas adaptables para perros. Este calzado canino es primordial aunque a veces resulta muy difícil que el perro se acostumbre.
Del mismo modo, y a pesar de que le proteja de las quemaduras, le aporta mucho calor que hace que no sea soportable y que quieran quitarse durante todo el paseo dichas botas. Por eso es preferible probárselas en casa para que se vaya acostumbrando.
3. Mucha agua en sus patas
Las fuentes de agua y otras zonas húmedas sirven de refugio para las patas de un perro que camina en verano por la ciudad. Pasar por zonas mojadas así como humedecer sus almohadillas es crucial. La mayoría de sus glándulas sudoríparas están en sus almohadillas, por lo que el agua restará grados a su cuerpo.
4. Cremas que protegen las almohadillas del perro urbanita
Mojar las patas del perro durante los paseos en verano por la ciudad protege sus patas y le ayuda a perder calor, pero existen cremas específicas para perros, no humanas, ya que nuestro pH es diferente, que hidratan y cuidan las almohadillas caninas. Si logramos mantener la piel de las patas hidratada, esta será menos propensa a agrietarse. Este producto hay que darlo una vez que llegamos a casa. Y, antes, es importante limpiar con agua y jabón la zona donde se aplicará.
5. Curar una herida en la almohadilla del perro
Las grietas, llagas y heridas del perro deben curarse. Primero con agua y jabón y, después, puede darse un poco de hielo, para reducir la inflamación. El corte hay que desinfectarlo luego con una disolución al 50% de agua y yodo.