Los perros como muchos otros mamíferos -igual que las personas-, también tienen sentimientos, emociones y pueden tener miedos. Pueden sentir que hay algunas cosas en su entorno que son amenazas para ellos. Cuando un perro siente que hay amenazas en el entorno cercano como en la calle, es posible que no quieran pasear por el lugar por miedo a que les suceda algo.
El miedo es el que puede hacer que un perro se sienta paralizado a la hora de pisar la calle. Puede haber elementos o estímulos que le causen miedo y que entonces, prefiera no salir a pasear y sienta verdadera ansiedad y estrés cada vez que coges la correa para sacarle a la calle a dar un paseo para que haga sus necesidades. También es probable que sienta aburrimiento porque las zonas de la calle no le estimulan.
Posibles causas
A muchos perros no les importa salir a correr con sus dueños, a dar paseos en la bicicleta o correr por la montaña. Es probable que sientan más rechazo cuando de lo que se trata es de salir a pasear por la calle por miedos o por aburrimiento.
Es posible que existan algunas causas para que tu perro no quiera pasear por la calle. Pero deberás conocer bien a tu mascota y reflexionar sobre las circunstancias de vuestro entorno cercano para saber exactamente qué es lo que le puede causar ese rechazo a pasear por la calle. A continuación puedes encontrar algunas causas por las que tu perro puede negarse:
- Demasiados ruidos de coches
- Mucho tráfico
- No hay zonas verdes
- Se aburre
- Demasiado ruido en general
- Muchas personas
- Alguna mala experiencia anterior como el sonido de un petardo o similar
- Peleas con otros perros en la calle
- Desconfianza por el lugar
La energía del perro es importante
Es probable que el perro esté viviendo en sintonía con su energía y que cuando está en el campo sienta verdadera energía y excitación porque podrá correr y pasarlo bien. Pero en cambio, cuando tiene que salir a pasear por la ciudad, es probable que la correa, el ruido y las aglomeraciones de personas, le desmotiven un poco e incluso le asusten.
Es posible que la calle no sea tan divertida para tu perro como hacer una excursión al campo o a un parque. No es tan divertido para ti y por tanto, tampoco es tan divertido para tu perro. Si tu mascota no sufre miedos a causa de alguna experiencia negativa pasada, entonces ha llegado el momento de que hagas que las salidas por la calle y la ciudad se vuelvan también divertidas para tu perro pero, ¿cómo conseguirlo?
Cambios en los paseos urbanos
Para conseguir que tu perro se sienta mejor cuando pasee contigo por la calle, será importante que realices algunos pequeños cambios en vuestras rutinas, así se sentirá motivado y poco a poco irá disminuyendo esa desmotivación e incluso los miedos que puede tener. Algunos consejos que puedes comenzar a seguir son:
- Toma rutas diferentes cada día. Los diferentes caminos le sacarán de la rutina y podrá disfrutar de nuevos olores que le mantendrán motivado en seguir caminando.
- Si tienes puerta trasera en casa sal por allí en lugar de por la puerta principal.
- Salir de casa y si tiene miedo volver a entrar a la casa y después de darle un poco de cariño, volver a salir. Así en repetidas ocasiones.
- Busca un parque en mitad de la ciudad para que puedas alternar tanto el correr como el caminar, y además que podáis disfrutar de zonas verdes.
- Empieza de menos a más. Si tu perro no quiere salir a la calle, el primer día no excedas de los diez minutos y después, ves aumentando el tiempo progresivamente a medida que veas que tu perro se siente más confiado y seguro. Al potenciar los paseos cortos le dejarás con ganas de más y así querrá volver a salir a caminar.
Recuerda que si tu perro no tiene ningún miedo ni problema emocional o de salud física, no te está diciendo que está cansado. Lo que te quiere transmitir cuando no quiere salir a la calle es que está aburrido y necesita divertirse más. Es necesario encontrar el equilibrio entre la diversión y las reglas.